Los ácaros del polvo son un fenómeno presente en todos los hogares, incluso en los más limpios. Este animal microscópico de 8 patas, que miden de 0,10 a 0,70 mm, es un arácnido (familia de las arañas) y es invisible a simple vista.
Pueden estar presentes en todos los ambientes, pueden vivir tanto en ambientes terrestres como en ambientes marinos.
Ahora, también puedes encontrarlos en lugares extremos como desiertos, aguas termales o incluso en las altas montañas.
En total, hay una treintena de especies diferentes de ácaros. Los llamados ácaros caseros o domésticos representan varias especies que viven en las viviendas humanas. A diferencia de otras especies, los ácaros domésticos no muerden, y por tanto no te dejarán granitos en la piel, cosa que no ocurre con las garrapatas o las niguas.
Son los responsables de ciertos problemas de salud como alergias o asma, es muy difícil, si no imposible, deshacerse de él por completo.
Los ácaros del polvo son difíciles de controlar por varias razones:
Pero, antes de querer deshacernos de ellos, debemos saber dónde y cuándo están más presentes en nuestro entorno.
A los ácaros del polvo les gustan los lugares cálidos y húmedos, con una temperatura entre 20 y 30 grados. Presente en lugares específicos; se refugian en la ropa de cama: colchones, sábanas, mantas o almohadas donde hay unos 2 millones, pero también en sofás o sillones También puedes encontrarlos en cortinas, peluches o muebles tapizados, y son muy activos en alfombras.
¿Qué están comiendo ? Partículas humanas y animales; Trozos de piel humana, pelo y cabello o incluso trozos de uñas y garras representan el alimento favorito de estos arácnidos.
Además de toda esta información, en España cerca del 30% de la población se ve afectada por alergias respiratorias. Después del polen, los ácaros del polvo doméstico son la segunda causa principal y también son responsables de casi el 70 % de los casos de asma.
Estas pequeñas bestias pueden crear problemas respiratorios como rinitis o bronquitis, pero también oculares, como conjuntivitis, hacer que los ojos se pongan rojos y llorosos. Finalmente, los ácaros pueden causar problemas en la piel; eczemas, rojeces, picores…
Esto se debe a sus excrementos y restos de sus cuerpos en descomposición que irritan nuestras mucosas nasales y nuestros bronquios.
Tenga la seguridad de que estos síntomas no afectan a todos; para otros, existen soluciones para reducir los efectos como la homeopatía o la desensibilización.
Los ácaros del polvo son una auténtica plaga, pero existen soluciones para remediarlos en la medida de lo posible. Le recomendamos que prefiera las soluciones naturales a las soluciones químicas.
Estos son algunos consejos para tener un ambiente interior libre de ácaros del polvo.
Lava tus sábanas, fundas nórdicas, fundas de almohada, toallas... con mucha regularidad a 60ºC, ya que los ácaros no soportan temperaturas superiores a los 56ºC . Así mismo para tus cortinas y peluches, lávalos a 60ºC, si esto no es posible, guárdalos en el congelador por unas horas en una bolsa de plástico, las temperaturas por debajo de 0ºC son demasiado bajas para que los ácaros del polvo sobrevivan. Aprovecha el sol o seca al aire tus pertenencias, los ácaros no soportan el sol.
A los ácaros les encanta alojarse en los tejidos, por lo que es recomendable guardar la ropa en armarios cerrados y no en estantes abiertos que acumulan polvo. Finalmente, lava tu ropa cada temporada antes de usarla y guárdala en bolsas herméticas cuando ya no las uses.
Asegúrese de elegir sabiamente sus muebles. Efectivamente, el mobiliario de la casa juega mucho con la presencia de los ácaros del polvo; por lo tanto, prefiera las persianas a las cortinas o utilice cortinas que se puedan lavar a máquina a 60 °C y que sean fáciles de desenganchar. Evita pegar tus muebles contra las paredes, esto promueve el polvo, deja unos 3 a 4 cm. Además, es recomendable evitar demasiados objetos (baratijas) y utilizar bibliotecas cerradas.
Prefiere también los suelos de madera, linóleo o baldosas sobre las moquetas, e intenta prescindir de las moquetas, o sacudirlas fuera de casa con mucha frecuencia.
Los aceites esenciales de anís, limón, clavo, eucalipto, árbol del té, lavanda, tomillo, verbena, menta… también pueden ser un medio para combatir los ácaros del polvo, pero no se recomiendan para mujeres embarazadas o lactantes y niños menores de 6 años.
Los animales llevan muchos ácaros, por lo que es necesario prohibirles ciertas partes de la casa como los dormitorios y limpiar su canasta regularmente.
Cambie los colchones cada 8 a 10 años para limitar la proliferación de ácaros del polvo. Además, no se recomiendan las literas, porque la persona que dormirá en la parte inferior inhalará los ácaros del polvo de la parte superior. Elimine las almohadas y colchones de lana o plumas en favor de los sintéticos.
Si es alérgico a los ácaros del polvo o tiene eczema, no haga su cama inmediatamente cuando se despierte, ventile su cama primero para que la humedad pueda escapar.
El nivel de humedad de tu casa debe ser inferior al 50%, para ello ventila tanto en invierno como en verano al menos 30 minutos al día.
La temperatura ambiente debe estar entre 17 y 20ºC como máximo, y no sobrecalentar tu casa en invierno.
En cuanto a los termoventiladores eléctricos, lo mejor es eliminarlos de tu entorno.
Por último, la ropa que se seca, los acuarios, las plantas, etc. deben estar prohibidas en una habitación, ya que producen mucha humedad.
Use un paño de microfibra húmedo para desempolvar su hogar y eliminar detergentes y aerosoles, así como plumeros, que dispersan el polvo en el aire.
Para la aspiradora, es recomendable pasarla varias veces por semana, eligiendo preferiblemente una aspiradora equipada con un filtro HEPA "High Efficiency for Airborne Particles" que evita que las partículas más finas escapen al aire y que retiene los ácaros del polvo. Finalmente, deje que la habitación se ventile después de pasar la aspiradora.
También se recomienda rociar uniformemente sus colchones y alfombras con bicarbonato de sodio, y dejarlo actuar durante al menos 2 horas antes de pasar la aspiradora.