¿Qué son las Maletas ABS?
Con el paso de los años se van sintiendo las presiones a las que se somete nuestro cuerpo, el envejecimiento de la piel, la fragilidad de las articulaciones y los anticuerpos… Estos efectos son inevitables, porque provienen de factores internos y no externos, por lo que son incontrolables, por eso es fundamental llevar un estilo de vida saludable.
Para ello, es necesario apoyarse en diferentes pilares fundamentales: alimentación , ejercicio físico, descanso y beber agua de buena calidad.
Y es que todos sabemos que el agua es un elemento esencial para nuestra supervivencia, por lo que es muy recomendable un agua de calidad para cuidar mejor de tu cuerpo y tu salud. Es por esto que, desde hace varios años, el agua hidrogenada ha ido ganando un lugar en nuestra sociedad, gracias a sus múltiples beneficios a corto, mediano y largo plazo.
De hecho, los diversos experimentos realizados revelan que el agua hidrogenada tiene efectos terapéuticos y radioprotectores, lo que le permite actuar como antioxidante para el sistema inmunitario. Por ello es importante aportar antioxidantes a nuestro organismo, ya que constantemente estamos en contacto directo o indirecto con diversos compuestos químicos oxidantes. Entre ellos se encuentran el tabaco, la contaminación, los pesticidas y los conservantes, pero también las gaseosas que tienen una alta capacidad de oxidación.
¿Cuáles son los beneficios del agua hidrogenada?
Utilizado originalmente en Japón y Corea del Sur para combatir los efectos de la radiación y el cáncer, el agua hidrogenada tiene muchos otros beneficios. Se puede utilizar de diferentes formas; en forma de gas medicinal, en solución salina, disuelta en agua (vía oral) o en absorción en forma de inhalación.
Según un estudio publicado en el Journal of Photochemy and Photobiology, el agua hidrogenada combate el envejecimiento de la piel (arrugas, líneas finas) y ayuda a mantener la piel elástica y resistente, porque estimula la producción de colágeno tipo 1. Retrasa el envejecimiento celular y favorece el crecimiento celular.
Además, el agua con hidrógeno parece ser "anticancerígena”, por lo que es recomendada por especialistas en prevención o tratamiento para resistir mejor la quimioterapia. (Esto aún no está científicamente probado). Reduce el riesgo de cáncer de colon, vejiga y mama.
Para los atletas y deportistas, el agua hidrogenada tiene muchos efectos beneficiosos, es recomendable beberla antes del esfuerzo físico, porque proporciona una mejor hidratación al cuerpo, porque acelera la producción de energía necesaria para promover una recuperación óptima. Además, favorece la lubricación de músculos y articulaciones y limita la fatiga, ayuda a proteger las articulaciones, mejora el tono y la presión arterial. Regula la temperatura corporal, reduce el tiempo de recuperación y los dolores, a la vez que mejora la resistencia de los deportistas.
En fin, permite la absorción de nutrientes y el mantenimiento de un peso óptimo, y en su lugar en una dieta de adelgazamiento, porque destruye la grasa .
El agua hidrogenada reduce el riesgo de diversas patologías, reduce el dolor asociado a la artritis y enfermedades crónicas. También reduce los dolores de cabeza o de espalda.
Este agua antioxidante ayuda a los consumidores a combatir la diabetes, la hepatitis, el colesterol y la artrosis, también ayuda a la digestión y mantiene nuestra mente alerta. Combate alergias, asma, psoriasis, cistitis, depresión...
El agua hidrogenada mejora el metabolismo, la circulación sanguínea, la movilidad de los espermatozoides y mejora el tratamiento de la piel y las quemaduras, como las solares por ejemplo, ya que tiene un efecto antiinflamatorio que ayudará a aliviar la hinchazón y las quemaduras provocadas por el sol.
¿Cómo funciona?
El agua hidrogenada es agua que no se ioniza y conserva su PH normal. Es agua con una concentración de hidrógeno molecular gaseoso. Se caracteriza por un potencial de oxidación-reducción (ORP) reducido, fluctúa entre 200 mV y 640 mV.
Para disponer de agua hidrogenada, existen aparatos especialmente diseñados para tal fin. Sin embargo, algunas aguas como la del grifo no son recomendables porque contienen gran cantidad de sustancias contaminantes, en cuanto a ella, el agua con gas no se puede hidrogenar de ninguna forma, y no es óptima para cocinar. De hecho, una vez hervido, el hidrógeno se descompone. Por otro lado, las aguas minerales sin gas y las aguas filtradas pueden hidrogenarse.
Se recomienda tener un consumo adecuado, entre 0,5 L y 1,5 Litro por día, no hay contraindicación para personas frágiles como embarazadas o niños.
Si un pH es inferior a 7 la sustancia es ácida, de lo contrario es alcalina, un pH demasiado ácido en el cuerpo puede tener efectos negativos, como el desarrollo de diversas enfermedades; cánceres, enfermedades óseas, musculares o de la piel, incluso depresión, por lo que hay que encontrar un buen equilibrio.
El hidrógeno es uno de los mejores antioxidantes, que actúa contra todos los efectos nocivos (vistos anteriormente) porque se asocia con los radicales libres para transformarlos en moléculas estables. Los radicales libres son moléculas inestables que causan problemas de salud y degradan nuestro sistema inmunológico, la mejor manera de remediarlo es el agua hidrogenada.
El propósito del hidrógeno es regular la producción excesiva de estos radicales libres, el hidrógeno es el elemento químico más pequeño, por lo que es capaz de atravesar todas las barreras, incluida la barrera hematoencefálica (sangre y cerebro) y puede llegar a todos los tejidos para contrarrestar.
Es por esto que el agua hidrogenada es un formidable antioxidante que no produce efectos adversos en el organismo, no produce desechos orgánicos al actuar sobre los radicales libres y no genera aporte calórico alguno.
Además, a diferencia de otras aguas reductoras, no elimina todos los radicales, sino que los regula para preservar el equilibrio del organismo. Pero el agua hidrogenada no reemplaza los antioxidantes dietéticos como la vitamina C, por lo que es esencial un estilo de vida saludable.
